Lo has adivinado. Soy una gran fan de la Canción de Hielo y Fuego.
En realidad, me encanta la literatura fantástica desde siempre. Héroes, villanos, magia, criaturas extrañas... me han acompañado durante muchos años y no puedo negar que he vivido las maravillosas aventuras de Frodo, Elric de Melniboné, Bastian Baltasar Bux y tantos otros intensamente en mi imaginación. He reído, he llorado y he pasado miedo junto a ellos.
Recorres junto a ellos su camino de aprendizaje vital y hay momentos de su viaje, el viaje del héroe, que se te quedan grabados a fuego en la memoria. Resuenan contigo y a veces hasta te ayudan a comprender situaciones de tu propia vida.
Cuando conocí a Daenerys Targaryen hace ya una década, flipé. Por fin una heroína fuerte, bien construida (el papel de la mujer en la fantasy es un tema aparte) y con la que me identificaba. Deseando estaba llegar a los capítulos en los que ella es protagonista.
Y hay una frase que ella se repite en Danza de Dragones que resonó en mí como un diapasón.
"A veces para avanzar, hay que retroceder"
Hoy hace justo seis meses que comencé esta maravillosa aventura que está siendo mi blog. Lo hice con el propósito de ayudar a personas como tú, interesadas en el crecimiento personal y en vivir una vida más libre y auténtica iniciando un camino de conocimiento interior.
Tú eres el héroe de tu propio viaje y yo quiero ser tu aliada. Y como aliada, quiero ofrecerte los mejores recursos psicológicos y el mejor acompañamiento en tu viaje de vida.
Por eso esta semana doy un paso hacia atrás. Porque después de estos seis meses en los que poco a poco hemos ido formando una comunidad de héroes que cada día crece más y más, para mi ha llegado el momento de replantearme algunos de los pasos que he ido dando en mi propio viaje.
Como Daenerys, voy a dar un paso atrás para poder avanzar. Porque a veces nos obsesionamos tanto con la meta que nos perdemos parte del camino.
Y para hacerlo con buen pie, necesito pedirte un favor. Es muy simple y no te llevará más de dos minutos.
Se trata de que me dejes un comentario respondiendo lo siguiente:
Si pudiera ayudarte en tu viaje de vida contestando a una sola pregunta relacionada con mis contenidos, ¿cuál sería?
De todas las respuestas haré una selección y resolveré tus dudas grabando un vídeo para el blog con el que además estoy segura podremos ayudar a otros héroes y heroínas. Me puedes preguntar sobre:
-Autoestima
-Ansiedad
-Comunicación y relaciones
-Cuerpo-Mente
-Duelos
-Emociones
-Psicoterapia...
O cualquier tema que se te ocurre relacionado con la salud mental y emocional.
¡Estoy deseando leer tu respuesta! Te aseguro que leo y contesto todos los comentarios.
Nada más por hoy. Ya te iré contando lo que surge de este momento. Y no te preocupes, no voy a desaparecer 😉
Muchísimas gracias por adelantado y por seguirme semana tras semana.
¡Nos leemos pronto!
Te mando un fuerte abrazo.
Cristina
Hola Cristina, muchas gracias y enhorabuena por tu blog, me parace un gran trabajo, util e interesante. Y ahora te lanzo mis preguntas, ¿es posibe que el fracaso emocional de uno de tus progenitores, te deje una secuela que vayas arrastrando a lo largo de tu vida y que te impida crear vinculos afectivos con los demas? ¿ o crees que, mas bien, este tipo de argumento podria utilizarse como una escusa para justificar el propio fracaso con el de los demas?, un saludo.
Hola Natalia, muchas gracias por tu comentario y por tus preguntas.
La respuesta sencilla a ambas sería sí y sí. Nosotros aprendemos cómo relacionarnos con otros según hayamos visto cómo lo hacen nuestros cuidadores y también por medio del vínculo que creamos con ellos durante la crianza. Esto va a influir en la manera en la que posteriormente nosotros nos relacionamos con otros de adultos. Ahora bien, una vez que somos conscientes de ello podemos hacer dos cosas: utilizarlo como excusa/justificación y quedarnos ahí, sin hacer nada,con lo que repetiremos ese patrón una y otra vez, o realmente tomar las riendas de nuestra vida y hacer algo para cambiarlo. En ese caso, la mejor opción es ponerse en manos de un profesional de la psicoterapia que nos ayude a sanar esa herida y nos oriente en cómo liberarnos de ese patrón.
Espero haberte ayudado. ¡Te mando un abrazo muy fuerte!
Muchas gracias Cristina, gracias por tus palabras llenas de sentido, un saludo para ti tambien y si, me has ayudado.