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¿Está el sentimiento de culpa muy presente en tu vida? ¿Sientes que te está limitando y no te deja avanzar?

La culpa es el mejor de los pegamentos, escuché una vez decir a un profesor que tuve.

¡Y qué razón tenía!

Porque nada como el sentimiento de culpa para mantenerte atado a situaciones, personas o actitudes que te limitan y no te permiten vivir en paz contigo mismo.

¿Por qué nos machacamos con el sentimiento de culpa?

La culpa es ese sentimiento que aparece cuando sentimos que hemos hecho, dicho o sentido algo en contra de nuestros valores y  creencias, que consideramos malo o  que ha causado algún tipo de daño.

Para tu tranquilidad te diré que sentir algo de culpa es normal ya que cumple una función adaptativa.

Permite regular el comportamiento social indeseable y practicar el autocontrol. Piensa que si no sintieras absolutamente nada de culpa sí que sería algo a lo que atender... porque la ausencia de este sentimiento es la característica principal de una personalidad psicopática.

Cuando el sentimiento de culpa aparece en su justa medida podemos llamarlo culpa sana, y es lo que te permite darte cuenta de que has cometido un error, rectificarlo y aprender de esa experiencia. Y una vez solucionado el tema, te olvidas y a otra cosa.

El problema viene cuando te sientes culpable por:

  • cosas que ya no tienen solución.
  • asuntos en los que, en ese momento, no pudiste actuar de otra manera.
  • cada vez que quieres decir NO o defender tus derechos

Este tipo de culpa insana incluso puede aparecer por situaciones que aún no han ocurrido pero en las que anticipas que vas a traicionar, defraudar o hacer daño a alguien o a ti.

La culpa insana suele estar asociada a sentimientos de baja autoestima, creencias irracionales, pensamiento "o es blanco o es negro"... La mayoría de las veces originados en la infancia y según aprendimos a relacionarnos con nosotros mismos.

Muchas veces nos sentimos culpables no por el hecho en si, sino POR LA INTERPRETACIÓN que hacemos sobre ello.

Lo cierto es que la culpa es sentimiento muy destructivo y limitante porque genera un diálogo interno castigador que te deja hecho polvo. Si lo has vivido, puede que hayas llegado a manifestar síntomas físicos de malestar (dolor de cabeza, dolor de estómago, sensación de peso sobre los hombros).

Además, el gasto energético que haces mientras estás metido en la espiral de la culpa no te permite disfrutar de tu presente ni abrirte a nuevas posibilidades.

¿Para qué te sirve autocastigarte? ¡Pues para nada bueno! (En este vídeo te cuento por qué tienes que dejar de hacer eso). Solo para para mantenerte paralizado, pegado a eso que te atormenta.

¿Cómo puedes liberarte del sentimiento de culpa?

Esta semana no quiero darte una lista de consejos de las que Internet está llena.  Lo que te traigo es un vídeo con un ejercicio experiencial, para que practiques cómo "soltar la culpa" de una manera diferente y empieces a practicar el perdón hacia ti mism@. Me ha salido un poco más largo de lo habitual pero estoy convencida de que vale la pena practicarlo.

Busca un lugar cómodo, siéntate y... ¡dale al play!

Te espero en los comentarios para que me cuentes qué tal te ha ido 🙂

Descubre cómo reconectar con el Jedi de la confianza que llevas dentro.

Aprende a desactivar los mecanismos que te mantienen en la baja autoestima y que te llevan al lado oscuro emocional.

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