Cuando empecé a ir a terapia quería ahondar más en mí misma, conocerme mejor y había llegado a un punto en el que no sabía hacerlo sola. Tenía problemas con mi familia y mi pareja, problemas recurrentes y me faltaban las herramientas para afrontarlos y enfrentarme a ellos para encontrar una solución. Me sentía perdida y albergaba mucha rabia en mi interior. A raíz de trabajar contigo siento que he descubierto aspectos de mí misma que desconocía, he podido ahondar en mi pasado para así poder entender mejor mi presente, es decir, saber quién soy ahora y por qué y plantearme también hacia dónde quiero ir. He aprendido a valorarme, a darme cuenta de que es indispensable quererme y respetarme y escuchar mi corazón en vez de racionalizarlo siempre todo. Me siento más segura de mi misma y estoy más tranquila y en armonía conmigo, pues intento aceptarme como soy.
