Arte: Butcher Billy
¿Te has sentido alguna vez raro, diferente al resto de gente?
Con la sensación de que no terminabas de encajar con tus amigos del colegio y que no podías compartir con ellos las cosas que te gustaban.
O que desde tu entorno familiar te marcaban un camino con el que no estabas de acuerdo y dentro ti querías rebelarte.
Esa sensación de ser el nerd, el freak, el raro o el que estaba un poco crazy. El inadaptado.
El que decidió en su día (casi seguro en la adolescencia) que sí, que iba a aprovechar esa peculiaridad para desmarcarse de la norma grupal y crear una identidad que le diferenciara del resto.
Sabías que había algo más, buscabas fuera de ese entorno cotidiano alguien con quien identificarte, que te comprendiera.
Y comenzó la búsqueda de ese role model. Hasta que un día leíste un libro o viste o una peli o escuchaste un disco que te cambió la vida.
Te hiciste fan porque, por fin, sentiste que en algún lugar del mundo había alguien que se sentía como tú.
Si alguna vez has sido fan de un personaje, real o imaginario, y te has conmovido con sus aventuras y desventuras sabrás de lo que te hablo.
Música y lenguaje emocional
Las personas o personajes por las que uno desarrolla esta admiración especial suelen entrar en alguna de estas categorías:
1. Política, ciencias o deportes
2. Personajes de ficción
3. Artistas
Pero entre todos ellos, los músicos suelen destacar como un faro-guía porque se expresan por medio del lenguaje emocional universal.
La música, sin filtros, llega y estimula directamente tu sistema nervioso.
Como en todos los ámbitos, algunos sobresalen por su carisma y nivel de exposición. Dejan una estela de talento e influencia especialmente brillante. Crecemos con ellos, sus canciones nos emocionan y en algunos casos hemos visto sus películas.
Dominan el arte del lenguaje musical de una manera excepcional y son símbolo de una época, un estilo, unos valores o una forma de vivir. Elegimos quererles y admirarles, aunque no les conozcamos personalmente ni vayamos a hacerlo nunca, porque con sus creaciones hacen nuestra vida más bonita y llevadera.
Y cuando nos dejan, sentimos que también perdemos una pequeña parte de nosotros mismos.
Elvis Presley, John Lennon, Michael Jackson, Freddie Mercury... La lista es larga y para todos los gustos.
Pero si hay alguien que ha destacado por su creatividad, presencia y way of life, ese sin duda ha sido David Bowie.
El artista renacentista de nuestro tiempo por excelencia.
La función psicológica de los iconos
Cuando uno es adolescente busca ídolos constantemente y con el paso del tiempo los abandonamos de manera natural.
Los auténticos iconos son los que tienen la capacidad de cambiarnos de tal modo que permanecen en el afecto cuando pasamos a la edad adulta. Y en el caso de millones de personas, porque han desempeñado un importante papel en su construcción y desarrollo psicológicos como role model-modelo a seguir- constructivo:
- Cumplen una función reparentalizadora
Como si de un padre o hermano iniciático se trataran, nos sirven como modelo del que aprender. Nos hablan de la vida, nos enseñan otra visión del mundo y muestran que es posible vivir de una manera diferente. Transmiten valores y dan permisos que llegamos a asumir como propios: Give peace a change. We can be heroes. Express Yourself.
- Ayudan a construir identidad y desarrollar capacidades
Cualquier icono tiene una parte de personaje, pero es un personaje que percibes como auténtico y con el que te identificas. Cuando lo que sientes es admiración (la imitación es otro tema), se convierte en un espejo en el que mirarte como ideal de vida y de actitud. Y esto sirve como motivación para desarrollar capacidades nuevas e incluso enfrentarse a situaciones complejas de la vida.
Frases de personas reales: "Yo aprendí a tocar la guitarra por Angus Young" "Me pregunto qué haría Madonna en esta situación"
- Fomentan el sentimiento de pertenencia
Como seres humanos, necesitamos sentir que pertenecemos a algo. Es una cuestión de pura supervivencia.
Cuando conoces a alguien que siente lo mismo que tú al escuchar esa canción que te encanta o vas a sus conciertos y sientes la energía que hay en el ambiente... se produce un nexo de unión con los otros que puede llegar a ser incluso trascendental. Uno siente que forma parte de algo más grande que si mismo.
Ojo, que esto no quiere decir que uno deba imitarles en todos los aspectos. Muchos de ellos también han tenido que luchar con un lado oscuro muy poco saludable.
Pero uno puede aprender de ellos, de sus fracasos y de sus éxitos, y tomar la inspiración que nos regalan para mejorar el mundo que nos rodea.
¿Y por qué ha afectado a tantas personas de tantos ámbitos diferentes la muerte de David Bowie?
Arte: Butcher Billy
Desde el pasado lunes 11, los diarios y las redes sociales han vivido una inundación de pésames, artículos y anécdotas sobre la vida y obra de David Bowie. Su pérdida ha calado tan hondo que son innumerables los homenajes que le están rindiendo estos días personas e instituciones de todo tipo.
La respuesta rápida es decir que era una persona que tenia un talento excepcional y que componía canciones brillantes.
Lo remarcable es que reunía, como contados iconos pop, unas condiciones excepcionales para ser un role model constructivo.
Porque Bowie, a través de su arte y explorando todos los límites de su creatividad, hablaba directamente al corazón de los que alguna vez sintieron que no encajaban del todo.
Su música y sus letras nos cuentan experiencias íntimas pero universales. Habla de amor, de rebeldía, de compasión y de magia. Nos dijo que era OK sentir diferente. Que es OK ser como somos: humanos, imperfectos y contradictorios y que uno puede crecer y aprender. Y él mismo lo mostró con su propio ejemplo en su carrera musical y su camino vital.
Era un hombre cultivado y la influencia de su obra y mensaje personal han inspirado a legiones de artistas: músicos, fotógrafos, artistas digitales, escritores... You name it. Deja un legado que permanecerá en la cultura colectiva por mucho tiempo.
Fue generoso mostrando sus luchas y su proceso de crecimiento personal. Transmitía la amabilidad y seguridad del que ha visto, vivido y hecho de todo. Del que ha sido capaz de mirar de frente sus demonios, aceptarlos y trascenderlos y verlos y aceptarlos en los demás.
La manera que tenía de utilizar las palabras, de dirigirse a los otros, su postura y manera de moverse eran elegantes y cuidados. Tocó y mejoró la vida de muchas personas por medio de su arte, su carisma y su presencia. Tanto los amigos que le conocían como los fans que no, se sienten devastados por su pérdida.
La despedida es dura porque parecía una presencia eterna y porque se ha ido demasiado pronto y sin avisar. El mundo pierde a una persona que contribuía a hacerlo más bello. Y los que le hemos tenido como un miembro de nuestra familia mental sentimos que hemos perdido una parte muy importante de lo que nos hizo ser como somos.
Si tú también has sido fan de Bowie o tienes otro ídolo que te inspira me encantará que compartas tu experiencia en los comentarios.
Enlaces a algunos de los homenajes más bonitos que he visto por la red:
El homenaje en Brixton, su barrio natal
Para mi no ha muerto. Ni George Harrison, ni Lennon, ni Elvis,..... siguen siendo mi mayor apoyo cuando estoy mal o mi mayor estímulo cuando estoy bien. Siempre eternos ?
Gracias por tus palabras Cristina.
Gracias a ti siempre por leer, Sabrina. Y gracias por compartir tu experiencia.
Un abrazo muy fuerte <3
Fue uno de los primeros músicos cuyos discos empecé a escuchar con fruición con apenas 13 años. Era como una presencia intangible, pero constante, de la que no hablas por lo obvio de su pertenencia a tu cultura, a tu forma de vida. Su papel en 'Merry Christmas Mr. Lawrence' me ha inspirado hasta hoy. Y siempre había un hueco para sus canciones en cualquier playlist que se me ocurriera. Ni yo mismo era consciente de cuán importante era para mí su mensaje hasta que recibí la noticia de su muerte. En esta última semana me he sorprendido en más de una ocasión a mí mismo derramando dos lagrimas. Una de tristeza. La otra de agradecimiento.
Qué bonito, Jesús. Muchas gracias por compartirlo.
Te mando un abrazo muy fuerte.